Varias generaciones de samarios y turistas hemos celebrado todas las fechas, fiestas y ocasiones especiales con el hielo de Indurod, sin saber que es una fábrica samaria que lleva más de 50 años generando empleo y contribuyendo al desarrollo comercial de la ciudad.
Para los que no lo sabían, esta es la historia de un marinero cachaco, que vino a Santa Marta en los años 70´s, con la Fragata Almirante Padilla para ser edecán de reinas en las Fiestas del Mar. En ese momento, se enamoró del paraíso y juró volver.
Don Luis Eduardo Pinzón Alvarado, nació hace 78 años en Pacho, Cundinamarca; un municipio con menos de diez mil habitantes, ubicado a 150 kilómetros de Bogotá. De familia campesina y trabajadora, enfrentado a los conflictos sociales y políticos de la época, llegó hasta Bogotá con el anhelo de terminar sus estudios, y luego, prestó el servicio militar. Escogió la Armada porque su corazón anhelaba conocer el mar y se enamoró no solo del mar de Santa Marta, si no de la tranquilidad de su cielo y de su gente.
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De niño, nunca imaginó ser empresario: “la sola idea de salir del pueblo era complicado. Allá para estudiar había solo hasta cuarto de primaria, si quería hacer quinto había que irse hasta Pacho, Cundinamarca, y para el bachillerato tocaba ir hasta Zipaquirá”. Bogotá fue la génesis del hoy empresario y el servicio militar, su puerta de entrada a un nuevo mundo.
“Con la fragata Almirante Padilla vinimos para unas Fiestas del Mar y me enamoré de Santa Marta. Esto era un oasis, pocos barrios y calles, pero me hice a la idea que quería vivir aquí”, asegura don Luis. Después del servicio militar se quedó un año más en la ciudad como taxista, pero la soledad fue haciendo mella así que volvió a La Palma, Cundinamarca, se enamoró y se casó. Pero el deseo de vivir en La Perla, lo trajo de vuelta con su nueva familia.
INDUROD nació en diciembre de 1971 durante unas vacaciones familiares en el Rodadero. De hecho, el nombre corresponde a la abreviación del nombre Industrias El Rodadero ya que fue en ese balneario donde se realizó la prueba piloto con la elaboración y comercialización de 5 toneladas de hielo. El negocio en ese entonces también incluía actividades náuticas de entretenimiento como el alquiler de bicicletas marinas y una plataforma flotante para el disfrute de los bañistas.
Con el paso del tiempo, la actividad comercial se centró en el hielo, que para la época solo se comercializaba en bloques. En el año 1982 empezó la producción de hielo en tubitos.
La sociedad que inició entre don Luis y un amigo, se transformó en un negocio netamente familiar hace 30 años al fallecer su socio. Desde entonces ya son 3 generaciones ligadas a la industria del hielo y sus derivados. INDUROD hoy suma 50 empleados directos, cuyas familias hacen parte integral del negocio y algunos incluso, son vecinos de la planta.
Actualmente, mantienen sedes en los departamentos del Magdalena, Cesar y Guajira. Y tienen un cubrimiento nacional a través de alianzas con otras empresas, lo que garantiza que INDUROD tenga presencia a nivel regional y nacional también.
Desde su fábrica en el barrio Manzanares, dotados con la más alta tecnología para la purificación y tratamiento del agua, trabajan de cara al futuro probando nuevas presentaciones del hielo para coctelería y diversificando con la producción y comercialización de agua en bolsa y en botellón, así como de otros productos relacionados al consumo del hielo.
Ahora que conoces la historia de INDUROD, puedes seguir disfrutando del hielo y todos los productos que ofrecen a samarios y turistas.
Su fábrica se encuentra ubicada en la Calle 32 No. 3 – 38, Manzanares. Ahí tienen un punto frio abierto 24 horas, todos los días del año. Síguelos en sus redes sociales @INDUROD1971